domingo, 15 de septiembre de 2013

No tenemos que hablar…

Hablar o no hablar, esa es la cuestión en la comunicación ya que los seres humanos tenemos la habilidad de comunicarnos de manera verbal o no verbal, la cual es única entre los animales y aún no entendemos al 100% debido a que su estudio es relativamente  reciente. Comencemos con la comunicación verbal.


Hablamos y escribimos de manera automática que no apreciamos la belleza de la comunicación verbal; olvidamos que no solo es hablar por hablar, o en su defecto, escribir por escribir, que puede ser tan extenso como un libro o tan corto como un simple “Uh”. También puede causar daño, como en la violencia verbal, donde el abusador utiliza sus habilidades verbales para hacer sentir mal a su víctima y convencerla de lo que ellos creen correcto.

Otro punto aparte  para discutir es el lenguaje de señas, el cual ha tenido una problemática debido a que algunos autores no lo consideran verbal ya que no se apoya de la voz ni de la escritura, solo de las manos como medio para hacer las señas. Estas concepciones sobre el lenguaje de señas las considero erróneas pues este es un código y la comunicación verbal es aplicada mediante un código.

La comunicación verbal no cumpliría de manera completa su objetivo si no fuera por el gran apoyo de la comunicación no verbal; según el investigador Albert Mehrabian, el impacto de un mensaje se divide así: 7% es verbal, 38% vocal (tono, matices y otras características) y un 55% señales y gestos, lo que nos indica que decimos más cosas con el cuerpo que con la voz.
Cuando hablamos de la comunicación no verbal el tema más recurrente es el lenguaje corporal, que se ha vuelto con el tiempo más popular y estudiado a tal grado de que en las revistas para adolescentes (si, aquellas donde sale el cantante pop del momento y de las cuales todas la mujeres hemos sido víctimas de comprar) publican artículos sobre ayuda amorosa incluyendo las señas más comunes que el cuerpo muestra cuando nos atrae una persona, como postura recta, pupilas contraídas, mirada fija, etcétera. Otras señas que nuestro cuerpo emite son por ejemplo, cuando estamos interesados en algo ponemos nuestro dedo en la mejilla y cuando mentimos nos rascamos el cuello o la nariz.


Dejando de lado el lenguaje corporal como comunicación no verbal, también tenemos algunos tipos de arte como la pintura, la danza y el teatro: la pintura expresa por medio de sus colores y figuras sentimientos, en la danza el conjunto de movimientos cuenta una historia y en el teatro, el actor aprende cada movimiento del personaje para expresar lo que siente y lo transmita al público.

Como siempre, hablar de la comunicación siempre es extenso, pero la verbal y no verbal son una parte fundamental para entenderla; en la verbal como siempre hemos mencionado, se ha transformado y la tecnología es el principal agente de cambio pero la no verbal en algunos casos puede llegar a ser más importante, pues con ella puedes llegar a descubrir si alguien te miente o si sus intenciones son buenas (¿Creías que tu mamá era extraterrestre? No. Tú solito te delatas) así como un arma de doble filo con su interpretación ¿Qué tal si un día le alzas la voz a alguien por accidente y piensa que estás queriendo provocar una pelea? Como siempre, debemos de ser cautelosos con lo que comunicamos si no queremos que la gente nos malinterprete.


Fuentes consultadas
http://www.protocolo.org/social/conversar_hablar/comunicacion_no_verbal_la_importancia_de_los_gestos_ii.html

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